martes, 5 de mayo de 2015

Tigre 2 - N.Chicago 0: Poco y nada

Ante un rival que lo superó en cada cruce, Chicago no pudo hacer pie en Victoria y alargó la mala racha en contra.

 

Foto: Prensa Chicago

Perdido. Así se encuentra este Chicago en el presente torneo de Primera División. Después de un arranque en el que nunca pudo despegar, los dos empates ante Boca y Racing, donde se aguantó el arco en cero por primera vez, daban margen para creer en el despegue.

 

Los buenos argumentos mostrados en pasajes frente a Banfield y el parate por las elecciones en Capital Federal, le daban a Nania el cheque en blanco de la confianza, para profundizar el entendimiento con sus jugadores, recuperar a algunos lesionados y faltos de estado, para empezar a reescribir la historia.

 

El partido era el indicado, con un condimento que a Chicago siempre le sirvió para sacar un plus: cancha complicada, ambiente de clásico, duelo para jugar con los dientes apretados. Nada de eso se plasmó.

 

La idea del DT de darle más libertad a los volantes y delanteros, con el ingreso de Gimenez, el regreso de Gagliardi y el debut de Rizzo era una apuesta a priori atractivo, pero que se volvió en contra apenas comenzado el encuentro.

 

El rival se hizo amo y señor de la mitad de cancha, explotando las bandas. El Verde no pudo hacer pie y ni siquiera intentar salir de contra para explotar la velocidad de los pibes. Los de Alfaro dominaron las acciones pero pecaron a la hora de definir, con pelotas que terminaron en los palos, las manos de Sanchez o directamente afuera. 

 

La banda de Caballero fue una de las predilectas para el ataque local, mientras que la espalda de Galarza, quien intentaba sacar al equipo desde su costado, también ofreció bondades que el Matador supo aprovechar.

 

Desde allí llegó el desborde que terminó en el infantil penal de Masuero, superado por la situación. Luna facturó y a otra cosa. 1-0 al entretiempo con sabor a que nos hicieron precio.

 

En la reanudación de juego, Ruiz, el responsable del juego en este equipo, contó con alguna aproximación desde lejos, lo mismo que Gimenez, todas desactivadas por el portero local. Nada más. Demasiado poco. A partir de allí, Chicago fue sintiendo el cansancio y desnudando falencias de una defensa que, si bien no contó con Espindola, involucionó del equilibrio logrado.

 

Así, no faltó demasiado para que Luna quedara otra vez cara a cara contra el Oso y estampara el 2-0 que sería definitivo. Esta vez, nuestro arquero no pudo vestirse de heroe y está bien, porque el fútbol es un juego colectivo.

 

Los cambios no llegaron a cambiar la cara y llegó el final, para la sexta derrota en doce presentaciones (contando Copa Argentina) en este 2015. Panorama negro para el futuro, pero con posibilidad, como siempre, de revancha pronto.

 

La próxima parada será Central, equipo durisimo en Mataderos, el que abre la seguidilla de los últimos cinco antes del receso, de los cuales Chicago está obligado a ganar, como mínimo, dos para continuar en carrera.

 

Sería bueno, más allá de la mano del técnico, empezar a ver cierta rebeldia ausente en algunos jugadores para intentar encaminar el rumbo. Porque los pibes cumplen con su parte pero apenas son pequeños aportantes que ponen la cara por los errores ajenos. Ojalá la semana que viene haya algo más para rescatar. Por ahora, demasiado poco, jugando a nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario