Lemos jugó para atrás, Espindola la dejó pasar, Arias durmió con Noir y el ex
Boca facturó en el amanecer del encuentro. Desde ahí, a barajar y dar de nuevo. El equipo, como ya había sucedido en veces anteriores, perdió confianza, precisión, se estancó. Cada gol parece una puñalada de muerte para un Torito que viene herido.
Así fue hasta el final de la primera parte. Si bien Banfield no era punzante como en sus mejores días, lastimaba cuando iba a fondo. El entretiempo sirvió para cambiar la cabeza.
De entrada, Chicago se animó a más y a los 3 del complemento, Defederico jugó para Ruiz. El Mudo encaró, se abrió paso y le pegó fuerte contra un palo para estampar el empate. Con cara lavada y decisión, el local se llevó por delante a una visita que acusó el golpe.
Lo tuvo por uno, por dos y por tres, pero ni Ruiz, ni Solignac, ni Baldunciel -adentro en reemplazo del ex Huracán- pudieron. Esa última, en la cual el 24 definió mal, incluso teniendo como opción cedérsela al 19 que llegaba solo, terminó definiendo el partido.
Porque el Verde sintió que no podía ganarlo y Banfield, en un gran momento y de racha, supo que debía apretar. Ahí llegó un nuevo error: Civelli fue al fondo, nadie cerró y el centro mortal atrás fue capturado por Viatri, que durmió a Alveldaño para marcar el 2-1 sobre la hora. Otra vez, sin merecerlo, como ante GELP, nos quedamos con las manos vacías.
Aunque la derrota no debe opacar lo bueno, quedan demasiadas cosas por mejorar. Es cierto que por momentos, Chicago es un equipo inferior a sus rivales pero también lo es que sabe dar la talla. Solo debe convencerse, reducir el margen de error y apostar a más. El proyecto Nania recién arranca y mostró cosas para destacar.
Desde este lugar, se celebra el gran debut de Vera, la reivindicación de Ruiz, la vigencia de Puch, la entrega de Solignac y la sapiencia de Sanchez. Se vienen dos encuentros durísimos, contra el puntero en su casa y con el campeón en Mataderos. Ojalá la renovación logre resultados para seguir apostando a futuro. No es imposible, hoy fue una muestra. Si bien pasaron varias chances, el tren continúa su recorrido y todavía estamos a tiempo de subirnos a un futuro de Primera.
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