martes, 17 de marzo de 2015

Gimnasia (LP) 2 - N.Chicago 1: Perdidos en el Bosque

Chicago fue de menor a mayor en La Plata y cuando parecía que podía alcanzar el primer triunfo del torneo, se llevó una derrota en el descuento.


Foto: Olé

Chicago no puede contra sí mismo y eso le termina facilitando las cosas a sus rivales de turno. En este caso, le tocó a Gimnasia, quien finalmente jugó como local y con público, luego de que una bochornosa decisión terminara suspendiendo el partido que debió jugarse el pasado sábado hasta esta tarde.


La oportunidad otra vez estaba a merced del equipo de Mataderos, porque enfrente tenía a uno de los conjuntos más flojos del torneo, otro que no había logrado cantar victoria en las cuatro jornadas iniciales.

Sin embargo, este grupo comandado por Labruna aún no encuentra su identidad, terminó permitiendo que el local festeje. Porque más allá de los cambios, la mayor falencia del verdinegro es no encontrar la fórmula que lo defina. Incluso, cuando la falta de conocimiento entre los componentes termine sonando a excusa luego de un mes y monedas de competencia.

Los cambios de nombres y esquema sirvieron para mover el avispero, plan que
pudo plasmarse en el verde césped, con aciertos y errores. Porque si bien la mitad de cancha se vio más poblada, lo cual acrecentó el manejo de balón por parte de la visita, Defederico casi no influyó en el armado de juego -y el equipo depende de él- y el doble cinco no dio el equilibrio esperado. Baldunciel acompañó a Solignac en movilidad y llegada, pero pocos de esos intentos fueron a fondo.

Aunque el mayor problema, sin lugar a dudas, sigue siendo la zona defensiva. El equipo tuvo mayor vocación ofensiva pero penó a espaldas de los centrales nuevamente, lo que se evidenció en la banda izquierda para que llegara la apertura del marcador.

Pero además, hay una cuestión de suerte y otra de ingenuidad. La primera tiene que ver con que en el mejor momento del Verde, antes y después del empate, tuvo la posibilidad de llevarse el encuentro, pero el palo, la falta de puntería o de decisión impidió la empresa.

La segunda es el descuido que nos lleva a perder puntos, como es que nadie cierre un disparo a 30 segundos de finalizar el encuentro. Queda trabajo por delante y quizás se esté a tiempo de pegar el volantazo para cambiar la cabeza. La próxima semana, en Mataderos, se recibirá al vigente campeón de América.

Chicago tiene que creer que puede con sus armas, aferrarse a un plan de juego y concentrarse por llevarlo a cabo durante todo el partido. Solo así será posible gritar victoria de una vez por todas, para dejar de estar tan perdidos.

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