Chicago fue a Corrientes con la esperanza de hilvanar la segunda victoria consecutiva en esa condición y, por dos contras, se trajo otra derrota en las valijas. No hay respuestas.
Pareciera que ya está. Si bien faltan 11 fechas, las matemáticas empiezan a convertirse en el peor enemigo de las ilusiones.
En un partido jugable (y ganable) ya que Boca no atraviesa por su mejor momento, el Verde
cayó preso de sus limitaciones. Tuvo chances, como casi siempre. Perdió, como ocurre la mayoría de las veces.
Después de un primer tiempo apático en el que ambos mostraron poco y nada para destacar, el de Mataderos salió a hacer valer su potencial e intentó cascotear el arco rival, a través de centros, disparos desde afuera y demás Era el mejor momento y el gol a favor parecía al caer.
Sin embargo, la primer contra nos agarró mal parados y Nuñez estampó el 1-0. Lo mismo sucedió minutos más tarde, para decretar la historia.
Chicago busca pero no encuentra y tras la victoria en Merlo, volvió a acostumbrarse a perder siempre. Y algunas costumbres son difíciles (por no decir imposibles) de erradicar...

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