Chicago fue al ataque y lo tuvo pero no. Otra vez la propia incapacidad jugó en contra del resultado y el empate final ante Aldosivi en Mataderos suena a poco y pinta a decreto.
Todo en contra. Aunque en este caso no se hable de lo deportivo. La lesión que deja a Petrovelli (de lo mejor en este 2013) fuera del torneo, sumado a Lemos, uno de los mejores centrocampistas del torneo, opacaron la vuelta de Gomez, que significa esperanza por peso específico.
Antes de que la pelota rodara, el 11 incluía a Russo (en su segunda etapa en Mataderos) y a Rossi, el 9 que todavía es una incógnita por estos lados. Pues bien, el ex Independiente no fue hablitado por la inhibición que pesa sobre el club de Avellaneda y el delantero recibhió una terrible noticia que conmociona a su entorno, por lo cual no pudo ser de la partida (fuerza Bicho!).
Arrancamos abajo. Más si a los 20 minutos, perdemos por lesión al reemplazante por excelencia de Damian, Farias. A todo esto parecía no faltarle ningún condimento. Pero Carreño supo calzarse el traje de protagonista y le sentó bien durante la primera mitad. Movilidad por derecha, siempre ofreciéndose como salida y llegando al gol (el cual no fue convalidado). Pintaba algo mejor la tarde, cuando asomaba el sol.
Pero lo peor, otra vez, estaba reservado para la segunda mitad, de cara al arco que da a Gral. Paz, en el cual (dato de color) Chicago no pudo convertir en 3 partidos.
Lo buscó por todos los medios el Verde. Ingresó Mosca como alternativa por izquierda y Peyran (tarde) demostrando que pide pista. Ahí llegó lo mejor y lo peor del local. Primero, lo tuvo una vez más Carreño, pero el cordobes cayó en offside (igualmente, definía sobre Campodónico).
Después, probó Gomez desde afuera y estuvo cerca. Hasta que el juvenil agarró la manija a falta de 3 minutos, pateó, el 1 rival dio rebote y Mosca, solo frente al arco, definió afuera. Parecía cosa juzgada. Pero otra vez el surgido de Inferiores fue a por todo.
Armó una pared con el volante, al cual dejó frente al arco y este se la sirvió a Becerra, que entraba para sacarse toda la mufa y cantar victoria sobre la hora. Raúl abrió el pie, remató sin potencia y mató las esperanzas.
Nos empatamos solos, aún cuando el destino se empeña en que ganemos. Aún cuando la mufa es la más fiel compañera. Chicago sigue peleado con el arco rival y, por ende, con los tres puntos.
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