sábado, 10 de noviembre de 2012

N.Chicago 1 - Gimnasia 1: La victoria esquiva

Con un gran primer tiempo, en el que supo zafar del asedio propinado por el, hasta entonces, puntero, Chicago manejó los hilos del partido y sacó la ventaja que lo encaminaba hacia la primera victoria. Sin embargo, otro error defensivo se terminó pagando caro.


Era el momento, era el partido indicado. El Lobo llegaba a Capital con el pecho inflado, tras 3 victorias consecutivas, que lo erigían como el candidato de todos. Nosotros, con los problemas internos a cuestas, con la poca suerte y con goles que si no se hacen, se padecen.

El clima era el ideal. La mañana de Boedo recibía nuevamente a un Chicago unido (fue la primera vez que se volvió a compartir tribuna como locales) dejando de lado divisiones que en este momento pesan, por la importancia de la historia en juego.


Y allá fue el Verdinegro, de la mano de sus dos emblemas y referentes, plantado para soportar avatares y listo para salir rápido de contra. El horario matinal influía en contra de las chances de gol, pero merodiando los 30 minutos de la primera parte, Christian Gomez se puso el traje de héroe, agarró la lanza en campo propio y fue.



Lo acompañaba por izquierda un desconocido Damian Lemos, más cerca de un extremo que del aguerrido volante que todos conocemos, quién fue hasta el fondo, levantó la cabeza y se la sirvió a Serrano, artífice de estampar un frentazo perfecto, para decretar la ventaja.

Así se murió la primera etapa y si bien sabíamos que había que sufrir para lograr el cometido, el semblante era otro. Poco duró la ilusión. A los 6 de la complementaria, un centro llovido y frontal desde 35 metros agarró a mitad de camino a Monllor y tablas.


Los intentos del final fueron agua y nos terminamos conformando con el punto. Chicago tuvo al alcance de la mano la victoria, pero una vez más, por incapacidad propia, se quedó con las ganas.



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