Chicago tuvo las oportunidades para hacerse de los primeros 3 puntos en su visita a Mar Del Plata, pero la mala puntería y una desatención defensiva generaron una nueva derrota para el equipo de Mataderos.
La racha vino mala en la nueva temporada de la B Nacional. Si bien el empate ante lso jujeños generaban una luz de esperanza para que el viaje a La Feliz fuera placentero, los problemas empezaron a llegar desde el vamos.
Que se viaja, que no, que finalmente Chicago no podía ir al Minella. Por otra parte, un Aldosivi que llegaba dulce, con un buen arranque y media inglesa para ostentar, buscando hacerse dueño de la punta desde el comienzo. El partido en si, no traería mejores noticias.
Ya desde el arranque, el equipo dirigido por Mario Franceschini empezó a sufrir los embates del local, pero se suponía que, planteando un juego de contra, el Verdinegro bancaría más la parada. La resistencia duró poco: en una de las primeras aproximaciones, Nasif abrió la cuenta, de cabeza, antes de llegar al cuarto de hora.
Pero Chicago supo tener rebeldía y con más ganas que fútbol, llegó a la igualdad gracias a la persistencia de Ezequiel Petrovelli, sobre el final de la primera etapa. A esto se sumaba que el local se quedaba con uno menos, producto de una fuerte entrada sobre Damian Lemos.
El comienzo de la segunda parte traería más emociones de las fuertes y cuando parecía que las cosas estaban a merced de Chicago, otra vez chocamos contra la pared.
La más clarita fue una escapada terrible sobre la derecha del Gomito Gomez, a 15 del final: encaró, miró hacia su izquierda y lo dejó sin arquero a Raul Becerra, sirviendole el 2-1. El 18 la mandó a la tribuna.
La yeta se completó minutos más tarde: sin merecerlo, Seccafien, a 6 del final, marcó el 2-1 final, tras una serie de salvadas interminables. Otra vez más, la suerte nos fue esquiva. Pero no está muerto quién pelea. Sin duda, Chicago mereció mucho más.
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