Chicago fue con lo que pudo, con ganas, ímpetu y algunas ideas. Pero nuevamente el resultado fue derrota, tras un rebote perdido en el area. Jugadas dudosas y falta de definición, otra vez, la clave de una nueva desazón.
Parece repetitivo. Se dificulta escribir partido a partido sobre este desempeño de este Chicago, que parece estar a la altura de las circunstancias pero pocas veces lo trasluce en el resultado.
Resulta incomprensible ver como equipos con planteos mezquinos vienen a Mataderos en búsqueda de un empate que decore la visita y terminan llevándose el premio mayor. Resulta difícil contar las ocasiones creadas, incluso sin ideas y la poca concreción en el arco rival.
La dependencia que tiene el Verde con Gomito, ya que cuando él no funciona, el equipo tampoco. Como los errores defensivos se repiten por más que se cambien los nombres propios, como un gol en contra puede atentar contra el ánimo de tal manera, que uno piensa en no perder por mucho más que en intentar revertir la situación.
Con esto estamos haciendo tan sólo un retrato de la realidad, para intentar revertir la situación, ya que se está a tiempo. Los jugadores dejan lo que tienen que dejar, de eso no ha duda y el cuerpo técnico quiere al club, y nosotros siempre propiciamos a la gente de la entraña del mismo.
Todavía estamos a tiempo. Tiene que haber un lavado de cabeza y pensar que la suerte es sólo eso. Vamos Chicago carajo!

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