La dirigencia del Verde decidió rescindirle el contrato a Mario Franceschini (infinitas gracias), pasó por el interinato de Melían sin pena ni gloria, y ahora, con Ángel Bernuncio derrotó al Patrón a domicilio, consiguiendo 6 de los últimos 9 disputados en esa condición.
Ahora sí. Si bien no quedó del todo claro el porqué del despido a Franceschini (evidentemente por los resultados) ni el experimento Melián, a esta altura, con 14 fechas sobre el lomo (es decir, casi un tercio de campeonato) Chicago conoce sus condiciones y para que está.
Esta vez el examen fue más que satisfactorio, tras la primera vez del Ángel en nuestro banco. Porque el equipo no sólo se plantó ganador frente a su rival en Paraná, sino que supo enarbolar pasajes de buen juego, con triangulaciones, rotación de balón, pases en cortada y demás.
El equipo supo estar firme en defensa y aprovechar su momento, para golpear. También tuvo el timing a favor para hacerlo en momentos claves, que pudieran asegurar que el rival sintiera el impacto.
El primero vino de la mano (o el pie) de Julio Serrano, quién desde afuera del área mató la bola con el pecho y clavó un derechazo impresionante al ángulo, a los 41 de la primera parte.
Para más, a los 15 de la segunda mitad, Becerra recibió de espaldas, dio vuelta y sacudió, para lograr la segunda victoria en los últimos 3 partidos como visitante.
Se volvió a ver la luz. Chicago, como veníamos diciendo, tiene con qué salir de este al momento. Así lo demostró.
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