Defensa y Justicia 4 - N.Chicago 2: Cachetazo de arranque

Se terminó el idilio. Después de la victoria en la Promoción, con tintes épicos y lágrimas de alegría, volvimos a la categoría de siempre. Y nos recibió, con la bienvenida, el verdugo de los últimos tiempos. Porque Defensa se convirtió en un rival molesto, que nos tiene alquilados y encima, nos golea.

No faltó el memorioso que recordó aquel arranque del Clausura 2006, cuando los de Varela nos propinaron media docena y como todos recuerdan, terminamos dando la vuelta en el por entonces Chateau Carreras, frente a Talleres, la previa del último ascenso a Primera.

Había arrancado rara la tarde. Por un lado, la vuelta de nuestros hinchas a una tribuna visitante, tras el fatídico cruce con Tigre. Unos 2500 hincas del Verde, en una tarde gris cuasi negra, que no pararon de alentar en todo momento. Ni la lluvia podía detener esa alegría.

Mucho menos los goles en contra. Porque arrancó arriba el Halcón. A los 15 del PT, ya arrancamos abajo: Guarino abrió el marcador. Pero Chicago demostró la bravura que lo caracterizo en el último tramo del torneo pasado. Así llegó el penal a favor y el Gomito se volvió a llenar la cosa de gol en la categoría que lo vió nacer.

Pero el local era más y de la mano de Milla, que estuvo intratable, se iba al descanso 2-1 arriba. La lluvia y el cambio de nivel atentó contra un Verdinegro que intentaba hacer valer a su tandem Gómez-Serrano y acoplar rápidamente a los nuevos (Moreyra de arranque, Becerra y Abalos luego).

Pero Defensa no esperó. Romero, antes del cuarto del segundo, puso el 3-1. No serviría de nada quedarse con uno más, tras la expulsión de Tejera, ya que acto seguido, Milla, otra vez, ponía números de goleada. Pero, como era raro, muy raro todo, Chicago tuvo otro penal a favor en el partido. Esta vez fue turno del segundo ídolo de los tres que salieron al verde césped: Serrano cumplió y decoró el resultado.

Arrancó un camino sinuoso con una caída dolorosa, pero quién nos quita la alegría después de tanto sufrimiento. Volvió Chicago y será con sufrimiento hasta el final, como toda la vida.