Si, se logró. Como toda la vida, sufriendo hasta el último segundo y con la cuota épica que marca cada ascenso, Chicago empató con Chacarita en San Martín, para cerrar su etapa deportiva más negra y lograr el pase, nuevamente, al Nacional B. La Promoción tuvo destino de película, y la alegría fue toda del pueblo Verdinegro.
Que manera de sufrir Chicago! Después de la clara y ajustada en Mataderos, la vuelta, en el último día del centenario, no llegaba más. Que jugamos en Sarandí, Banfield, Racing, Independiente, Armenio, Laferrere y hasta se llegó a decir que podía jugarse en Mar del Plata. Lo cierto, es que terminó siendo en San Martin, con un público local que volvía luego de los incidentes ocurridos en Marzo. Si, parecía ventaja para Chaca, pero la épica empezaba a escribirse.
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Carboni y la más clara del PT |
Llegó la hora 13 del 30-Junio y cuando comenzó a rodar el balón, todas las ilusiones del pueblo verdinegro, entraron en pugna. Un equipo sólido, bien plantado, que había salido a tirarle la presión al local, para acomodarse en el cesped y explotar por las bandas cuando tenía la pelota en su poder. Adrian Scifo por Damian Castagno, el único cambio desde el arranque planteado por Mario Franceschini.
El Tricolor empezó a apretar como podía con el correr de los minutos, pero Chicago no pasaba zozobra. Para mejor, cuando la pelota pasaba por Christian Gómez, el de Mataderos respiraba en defensa y apostaba a más en ataque. Tuvo algunos acercamientos con pelota parada, pero con poca claridad, hasta que llegó la jugada más importante del primer tiempo: El Gomito recuperó en mitad de campo, abrió hacia la izquierda para que Carboni domine y baja. El Tanque encaró, chocó, perdió, recuperó, ensayó una doble pared con Ramirez y ante la salida del 1 local, estrelló la pelota contra el palo. En el rebote, el 10 casi convierte un gol bárbaro, de no ser por la salvada providencial sobre la línea.
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Ahora sí, gol del Tanque y 1-0 |
Se moría la primera parte, con la esperanza en las retinas de lo sucedido 3 días atrás. Antes, había tiempo para la lamentable lesión de Matias Escudero, a quién se le trabó la rodilla tras un rechazo. El central, de enorme Reducido, le dejó su lugar a Ariel Coronel en la zaga. Ya en la segunda parte, había que quemar las naves por el lado del equipo que contaba con la ventaja deportiva, por eso los cambios eran ofensivos, más por necesidad que por convicción. Chicago hacía ganancia del revuelo, ya que Lemos recuperaba en el medio y lanzaba para Serrano, Scifo o el ingresado Castagno (por Ramirez) para intentar llegar de contra.
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Gomito y la boca llena de gol |
Los minutos se consumían, la ansiedad aumentaba. La diferencia era la mínima y todo estaba abierto. El local hizo de sus nervios una máquina de centros y el Verde, cuando podía, intentaba jugar lejos de su arco. De un doble cabezazo en el medio, salió la "habilitación" para Scifo, que encaró por derecha, con los ojos bien abiertos. Llegó sin marca al final y la cedió al medio, para que Leo Carboni, el goleador, solo tenga que empujarla al gol. 1-0 y el trámite estaba cocinado. Faltaba poco, faltaba mucho.
El estadio se convirtió en un verdadero cementerio, haciéndole honor al barrio que lo vió nacer y al apodo que lo caracterizó. Los presentes iban cayendo en la cuenta de que la historia venía complicada, con expulsados y muy poco por jugar. Si ya a los 42 minutos, el arquer subía por la heroíca a los corners, a empatar (y conservar la esperanza) o morir. En el segundo intento, salió el rebote y desde la puerta del área, el ingresado Tellas marcó el empate. Fue un error conceptual de Chicago, que tuvo siempre la ventaja para sacarla y no pudo hacerlo. Parecía cerrado, pero todavía faltaba.
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Vigliano cobró penal y es todo desazón |
Claro que faltaba. Faltaba la de Leo, otra vez. Carboni tuvo la chance de emular al gran Oscar "Topo" Gómez, con la misma epopeya que en Córdoba. Por aquel entonces, Chicago empataba con Instituto, aguantando el resultado y el gol de contra (tras pase de Frangella) cerró la serie. Aca, el del pase fue Gomito y Leo, solo Leo, la tiró afuera para revivir las esperanzas.
Después, historia conocida. Un nuevo corner, despeje defectuoso, mala salida de Serrano. Centro desde la izquierda, pelota que cruza el área y la mano inintencional de Leandro Testa. Penal con tiempo cumplido, festejo anticipado de todos, lágrimas y desazón de nuestro lado. El nombre que quedará en la historia: Daniel Monllor.
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Monllor en un tiempo. |
Se nos cruzaron mil cosas por la cabeza en ese momento: el partido fatídico con Tigre, la quita de puntos y el recorrido por Ferro, Argentinos, Huracán, etc durante 20 fechas. Se nos vino a la cabeza Los Andes. Se nos vino a la cabeza la fría tarde del debut, en Agosto 2008, contra Comu, en la vuelta a Mataderos. Se nos vino a la cabeza las canchas de la B, el torneo perdido con Italiano, Defensores y los Reducidos, la ventaja deportiva, la violencia, los palos en la rueda de todo tipo, la tristeza sin fin.
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Monllor en dos: toda la gloria y el ascenso en sus manos. |
Y le encontramos el final. Y gracias a este grupo de gladiadores y a Mario Franceschini, pudimos escribir una nueva página de gloria. Como siempre, contra todo y todos. Para volver a recorrer las rutas argentinas con esta pasión, para volver a jugar en la categoría que más tiempo nos albergó en estos 101 años. Para celebrar el primer año de este nuevo centenario no olvidando los errores del pasado, para no repetirlos y con la esperanza de que lo que viene, será mejor.
Chicago es Nacional, volvió luego de cuatro años y la casa, después de mucho tiempo, empieza a acomodarse, a estar en oprden. Faltan muchísimas cosas por cambiar. La primera, es un gracias enorme e inolvidable para este grupo. Después, será tiempo de continuar refundando el club, llevando a cabo esta reparación histórica que lejos está de terminar acá. Se dio el primer gran paso. Pero que todos estén atentos, que para nosotros, esto recién comienza...
Mientras tanto, salud Campeón!
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Petrovelli, Serrano, Scifo, Caceres, Franceschini, Berón, todos en el abrazo que significa desahogo y objetivo cumplido. |
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