Chance para no perder pisada con los primeros puestos del Reducido en José Ingenieros, ante un rival en alza, que lucha por entrar al mismo y que, ultimamente, se vistió de verdugo frente a la Verdinegra
No se observaba como una visita sencilla la que el fixture le deparaba a Chicago, pero luego de la vuelta frente a Tristan Suarez y con los dejos de buen fútbol que nos habían dejado en la retina, se podía presuponer un partido trabado pero con posibilidades. Había sorprendido Franceschini con la presencia de Julio Serrano como enganche y el ingreso de Bochi ante la ausencia de Gomez, cuando la mayoría (o quién escribe) esperaba por Petrovelli.
El trámite claramente no fue el esperado, no solamente porque el Verde mostró desconexión de entrada, sin entrar en partido, sino también por la falta de asociaciones de juego que pudieran intentar llevar el balón hasta el arco del 1 local.
Almagro fue efectivo de entrada y vacunó en la mitad del primer tiempo, tirandole la responsabilidad a la visita de ir a buscar el resultado y aprovechando las salidas de contra, con las cuales no haría más daño solamente por no ser punzante en la estocada final. Chicago estaba lejos.
En la segunda mitad, la reacción llegó por inercia más que por convencimiento, porque faltaban argumentos futbolísticos, porque se notaba la ausencia del 10 y sufría la falta de jugadas claras. Llegó, con pelota parada: lo tuvo Testa con un cabezazo certero que tapó el guardamentas local sobre la línea y también una jugada dudosa que terminaron anulando por off-side. El resultado hubiese sido empate si no se contaba con la suerte de Chicago.
Para males mayores, Serrano, ingenuamente, se hizo expulsar sobre el final, alargando la espera por reencontrar a los dos de mejor pie en el verde cesped. No se mereció tan poco, pero esta bien que así suceda para poder ajustar las clavijas de cara a un objetivo que no podemos volver a pasar por alto.


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