Sarmiento 2 - N.Chicago 1: Ni el tiro del final

Se sabía de antemano que esta era la prueba de fuego. Visitar a un equipo que, en las últimas temporadas siempre tuvo el mote de candidato y que en las primeras ruedas de los últimos 3 torneos hizo de eso su verdad.
Junín nos esperaba y allí, en esa cancha hostil, uno de los punteros, para terminar de ratificar la levantada de cara a la segunda parte de torneo.


Con estas ideas claras y mucho ímpetu, Chicago salió a jugar ataque por ataque. Al principio, el dominador del juego fue el local, ayudado por la buena circulación de balón, hasta que el Verde empezó a hacerse presente en el césped, con un Lemos que cortaba y distribuía, más el manejo de las acciones por parte de nuestros ases. De parte de uno de ellos, de Serrano, llegó la apertura del marcador y parecía que nuevamente nos encaminabamos hacia una victoria.


Pero había sorpresas en la noche del Interior de Buenos aires: apenas unos minutos después, penal en contra y el trámite quedaba empardado en 1. Que decir más tarde, con otra pena máxima a favor del Kiwi, aunque esta vez la ecuación no dio el mismo resultado: Drago en dos tiempos, le daba vida al conjunto de Franceschini de cara a la segunda parte.


El complemento tuvo varias emociones, todas dilapidadas por ambas partes. Algunos cambios que por ahí no fueron del todo acertados por el DT (como el de no poner a Carboni y Alfaro juntos) aunque si mandó sobre el final a Petrovelli para intentar el triunfo sobre la hora. Lo cierto es que, nuevamente, como contra Defensores, la defensa durmió una siesta o creyó terminado el partido antes de tiempo y a los 46 ST la victoria quedó en manos del puntero actual junto a Brown de Adrogué. Antes del cierre, Castagno tuvo el empate pero la mandó por arriba del travesaño.


Se terminó la primera parte y nos encontramos en la 5ta colocación, a 10 de los punteros pero en zona de reducido, luego de un arranque más que fatídico. Lo destacable es que se encontró una identidad de juego, un objetivo común y hay plantel para pelear cosas serias. Esperemos que no se corte otro proceso a mitad de camino y se le dé la chance de seguir a Mario Franceschini. Demostró que sabe y que quiere los colores como los que alentamos desde afuera. Después, lo que viene es a suerte y verdad. Pero ya estamos en situación de terminar de pagar la condena y volver a donde pertenecemos. El tiempo dirá.