viernes, 11 de noviembre de 2011

Tristan Suarez 0 - N.Chicago 1: Dos al hilo

La calurosa tarde de Ezeiza invitaba al Verde a un claro desafío: aprovechar el bajo momento del local en en campeonato (venía de tres derrotas consecutivas) y continuar por la senda de la victori, que, al fin y al cabo, sería lo importante si es que se tiene como objetivo el conseguir cosas importantes.


Con estas consideraciones en mente, Mario Franceschini plantó un ya clásico esquema de 4-4-2, con la defensa bien parada y escalonada, el medio con un 5 de batalla (Lemos) y otro de juego (Serrano), más el aporte de los volantes externos (Castagno y Vinaccia) para asistir a Cristian Gomez (jugando de media punta) y a Carboni. 


El desarrollo del partido comenzó con un Suarez manejando la pelota, intentando hacerse del protagonismo del partido y un Chicago bien parado, luchando la bola e intentando jugar rápido. Tras los primeros minutos, las jugadas de mayor riesgo eran del visitante, que aprovechaba el traslado del Lechero para robar y jugar a un toque, siendo el que más cercano estaba en abrir el marcador. En un partido de pierna fuerte, el que contó con dos chances fue Castagno, aunque no pudo aprovecharlas. 


Promediaba la primera parte, cuando Vinaccia quedó mano a mano con el 1 local, que ganó en primera instancia, pero el volante se repuso, obteniendo el rebote y sacando un centro al corazón del área, para que Carboni se llene la boca de gol. 1-0 y al descanso.


Llegó el reacomodamiento, ya que tras la salida por lesión de Julio Serrano, ingresó Roberto Bochi, para partir el medio en dos y dejándole la responsabilidad del manejo del balón al 10 verdinegro. Corrían los minutos y si bien Suarez contó con algunas situaciones aisladas, la buea respuesta de Drago sostenía el marcador. A su vez, el Verde no pudo aprovechar las contras por resolver mal y no liquidó el pleito. Sin embargo, parecía cosa juzgada y así fue nomás: Chicago volvió al triunfo de visitante, ya encadena dos victorias seguidas, se ubica en la 10ma posición y va por Almagro.


Es el momento de profundizar la racha positiva, para terminar la primera vuelta lo más alto posible y así poder encarar la segunda etapa (ya con un gobierno distinto en el club, que esperemos banque este proyecto) con las esperanzas ciertas de que pelear por el objetivo no es una utopía, y menos cuando los interpretes están convencidos del papel que desempeñan y la camiseta que representan dentro del campo de juego.


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