El día Lunes Chicago tenía el primero de los desafíos sólidos luego del voto de confianza otorgado en la primera fecha: debía salir por primera vez en el campeonato a disputar un partido contra un equipo recién ascendido, que por consecuencia, plantearía el partido como la mayoría de los rivales de la categoría, tratando de friccionar el juego, cerrándose en el fondo y utilizando bien el recurso de la contra y la pelota parada; síntoma repetido que muchas veces se hizo cuesta arriba durante el anterior torneo y que sólo pudo quebrar Atlanta, a la postre, el unánime campeón de la edición pasada.
Con estas predisposiciones y teniendo en cuenta el desarrollo de la primera mitad, parecía historia conocida y repetida. en un reducto chico, como lo es el de Barracas Central, el local supo dividir la tenencia del balón, sacó fruto de esto e incluso pudo contar con las mejores acciones durante la primera mitad, más cercano a quebrantar el arco rival.
Finarolli dio cuentas de esta situación, metió mano al banco y el resultado se hizo efectivo en minutos: a los 2 de la segunda etapa, Leandro Testa conquista la apertura del marcador y asunto resuelto. ya que consecutivamente llegarían los de Petrovelli (sigue demostrando su buen nivel) y el de Castagno (buen refuerzo) para definir una goleada a domicilio en 30 minutos y lograr que el Verde llegue a convertir 4 goles o más de visitante tras 5 años (NdeR: la última había sido el 5-1 a Ferro en Caballito por el Clausura en el Nacional B 06)
Cosas positivas de juego asociado y falencias corregidas a tiempo, lo que indica, que vamos por buen camino
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