lunes, 6 de junio de 2011

Carta abierta

Tan solo una vez había realizado una carta abierta para los simpatizantes y socios de Nueva Chicago, también difundida por este medio. En aquella ocasión el 13 de Agosto de 2008, estábamos a punto de volver a Mataderos tras la suspensión de un año y haciendo nuestras primeras armas en esta categoría. Todo era negro y el abismo estaba a la vuelta de la esquina. 
Hoy la situación es totalmente distinta. Gracias a que nos dimos cuenta (tarde, pero sucedió) el 21 de Septiembre elegimos a estas nuevas autoridades que vinieron a dejar la piel para sacar al club del fondo del mar, tras la peor administración de nuestra historia (a no olvidar, Filomeno y cía. deben estar tras las rejas). Se cambiaron las cosas de cuajo, se empezó a laburar en serio, sin un mango, todos miramos adelante y colaboramos, de distintas y hermosas maneras, pintando la cancha, afuera y adentro, comprando bonitos, pagando la cuota, etc, etc, etc. Poco a poco fuimos recuperando la alegría y volvimos a ser el club orgullo de Mataderos, se unieron filiales, peñas, se empezó a construir la concentración, se arreglaron los vestuarios, volvió a competir el Basquet, estrenamos cancha de Hockey en el Poli, las inferiores siguieron en Primera y muchas cosas más. El club está casi saneado y parece un milagro y estamos a días del Centenario.

Encaramos con la esperanza intacta un reducido que confiamos nos devuelva a nuestra categoría de siempre, para luego si, seguir luchando en pos de un Chicago cada día más grande y con sueños de Primera. Pero venimos fallando en algo: lamentablemente, todos estos sucesos fantásticos que se fueron generando con el sudor y el esfuerzo de mucha gente que quiere de verdad al Club, está siendo opacada, por algunos pocos, que con intereses personales, "se cagan" en Chicago. Me gustaría soñar que mañana cuando esté acercándome a la cancha, escuche como antes ese sonido atronador que salía de las miles de gargantas cantando al unísono. Me encantaría poder decir, "hoy lo aliento desde la Calero y Persi" o también volver a mi viejo lugar, en el rincón superior izquierdo, allá en lo alto de la República, con la banda a más no poder. Me encantaría pero no puedo. Si todavía sigue existiendo gente con intereses ajenos a los colores, no puedo. Si todavía vamos a pelear por ser la banda de Provincia o la de Capital (aunque no creo que sea el único motivo), no puedo. Si todavía no voy a poder pasar de tribuna a tribuna en el entretiempo, encontrándome con la gente de siempre porque los portones están cerrados, no puedo. Me enoja, me angustia, me duele el hecho de tener que escuchar tres canciones para alentar al mismo equipo (cuando nadie logra el cometido) y más cuando se canta más fuerte no para meter al rival en el arco contrario, sino para que no se escuchen los otros hinchas, pero que tienen la misma camiseta que yo.
No tengo esperanzas de cambiar algo con esto, solo pedirle a toda la gente que llegue a leerlo, que mañana y ojalá también el sábado y demás, no se prenda en posibles rivalidades pelotudas entre uno y otro, sino que dejemos todo nuestro aliento hacia los jugadores. Que no paremos de alentar ni un segundo, ni siquiera para reclamarle algo al arbitro. Los jugadores lo necesitan, nosotros mismos también. Ojalá se dé mi sueño y creo que el de ustedes también. Mientras tanto, no nos quedemos sentados esperando, peleemos por él.

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