miércoles, 15 de julio de 2015

N.Chicago 0 - Colón 0: Suma y resta

En la reanudación del torneo, Chicago mostró una leve mejoría pero continúa con su déficit de gol, lo que le impide sumar de a tres. Otro empate en cero en Mataderos.


Foto: Prensa Chicago
Luego de las idas y venidas, de los rumores y las certezas que se dieron luego de la finalización de la primera rueda, volvió la hora de que la pelota comience a rodar, en lo que será la parte definitiva del campeonato, esa que sellará la suerte de Chicago de cara al próximo año.

En la cancha, bajo un marco que no sorprende y con un cielo encapotado, el local salió a intentar lavar la cara y sumar, el objetivo que resalta o casi el único objetivo de ahora en más, con la intención de mejorar su promedio y acercarse a sus inmediatos perseguidores.

Enfrente se encontró con un Colón con menos urgencias, que salió a disputar el partido con la fuerte convicción de mantener la distancia sobre su rival de la tarde del domingo y, de ser posible, sumar de a tres. Por eso, no se desesperó y pudo contar con algunas chances, a la postre malogradas.

Casi lo contrario al Verdinegro, que intentó jugar por abajo, con el aporte de uno de sus refuerzos, Grazzini, quien lleva el peso de ser el conductor en un equipo manco de creación; con la vuelta de Gagliardi para intentar hacer la banda y asociarse con Gazale -teniendo a Ruiz como su contraparte por la otra banda- más el soporte de De La Fuente -juego y contención- al lado de Lemos.

Entre las mejoras se vieron algunas situaciones aisladas, como cuando Gagliardi se asoció con el chileno y entre ambos, armaron la más clara del PT: la cesión para el enganche recién llegado lo dejó en posición de gol pero la definición fue defectuosa. 

Por otro lado, la defensa sufrió menos, gracias a la buena actuación de Leandro Caballero en la zaga central y la correcta labor de Espindola, que tuvo que cubrir la banda izquierda por la ausencia de Arias.

La segunda parte fue más tediosa, porque los fantasmas de la falta de gol se apoderaron de Mataderos. La inclusión de Lentini, Baldunciel y Prichoda tampoco pudieron obrar con ese manojo de nervios en lo que se transforma Chicago, porque por impericia o mala fortuna parece que, aunque quede abajo del arco, la pelota nunca va a entrar.

Así se desperdiciaron un par de contras concretas, lo que le impidió al Verde festejar por primera vez en el certamen y agrandó la preocupación. Por eso, el saldo final fue que se sumó un punto pero se restó una fecha, en esa quimera que es la salvación del descenso.

El sábado, ante Defensa en Varela, visitará a otro rival que atraviesa un momento malo y quizás, sin la presión de la localía, pueda conseguir ese resultado tan necesario para poder lavar la cara y encarar lo que resta con otra ilusión.

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